Con los avances espectaculares del co­nocimiento y las técnicas de investigación de las últimas décadas se hizo necesario especializar el conocimiento humano en diferentes campos específicos. En todos ellos, es preciso conocer el comporta­miento de los elementos químicos que forman su materia.

En este tercer ciclo de “QUÍMICA Y VIDA”, que se programa vamos a intentar acer­carnos a tres nuevos temas cotidianos:

– La sangre.

– La pintura.

– El tabaco.

Comenzaremos esta vez, con una aproxi­mación a la nanotecnología y la sangre a través de una película del año 1966. El asombroso viaje que se describía en­tonces, como una ciencia ficción, es hoy día, un campo tecnológico avanzado en el que se vislumbra un futuro espectacu­lar en todos los órdenes.

A pesar de los errores científicos del film y la poca consistencia de sus personajes, es una interesante apuesta de su tiempo, que nos acerca a una opción fascinante como es convertir nuestra sangre en un río navegable.

La Química, es una ciencia que se ocu­pa de la materia y sus interacciones. No debemos olvidar que somos nosotros, los que damos sentido a las consecuencias de aplicar su conocimiento para un uso mejor o peor.

Vean sino qué pensaban sobre el tabaco a principios del siglo pasado y qué opi­nión se tiene en la actualidad sobre sus componentes químicos.

Finalmente trataremos esta vez, la pintu­ra como arte en la antigüedad y valorare­mos los innumerables matices de colores que aportan sus compuestos, en función del tipo de moléculas que intervengan en las fórmulas que se fabriquen.