Qué verde era mi valle

Temática: La minería

Año: 1941

Director: John Ford.

Reparto

Walter Pidgeon, Maureen O’Hara, Roddy McDowall, Donald Crisp, John Loder, Anna Lee, Arthur Shields, Barry Fitzgerald, Patric Knowles.

Sinopsis

En un pueblo minero de Gales viven los Morgan, todos ellos mineros y orgullosos de serlo y también de respetar las tradiciones y la unidad familiar. Sin embargo, la bajada de los salarios provocará un enfrentamiento entre el padre y los hijos; porque mientras éstos están convencidos de que la unión sindical de todos los trabajadores es la única solución para hacer frente a los patro­nos, el cabeza de familia, en cambio, no quiere ni siquiera oír hablar de sindicatos ni de socialismo. La ganadora del Oscar a la mejor película del año 1941, venciendo a la mítica “Ciudadano Kane” (Citizen Kane), fue este magistral melodrama que narra la vida de una familia minera de Gales, vis­ta bajo los ojos de su miembro más joven.

Química y Sociedad

El carbono es el pilar básico de la química orgánica. Sabemos que éste elemento es sólido a temperatura ambiente, que está presente en todos los seres vivos y que, además, hay unos 16 millones de compuestos de carbono en la tierra. Cifra que, aumenta cada año notablemente.

El carbono, posee diferentes cantidades de energía química estructural, lo que le permite aparecer en varios estados cristalinos. Este fenómeno es conocido como alotropía.

El carbono, tiene 6 formas alotrópicas. Además de amorfo, se presenta como carbinos, nanotubos, fullerenos, nano espumas, grafito y diamante. Todos tienen la misma composición química, pero entre ellos existen algunas diferencias en función de la disposición de sus átomos.

Por ejemplo… lo que diferencia la parte interior de los lápices de madera y una de las joyas más apreciadas en el mundo, como es el diamante, es sencillamente que los átomos de uno y de otro, al estar dispuestos en diferente forma, tienen diferente textura, color, y fuerza. Y obviamente valor… si tenemos en cuenta el aspecto puramente comercial.

El grafito se obtiene cuando el carbono está sometido a una presión normal. Los diamantes, en cambio, se forman en lugares donde el carbono ha sido expuesto a grandes presiones y a altas temperaturas.

Pero, además de para fabricar lapiceros y joyas, el principal uso industrial del carbono es como componente de los hidrocarburos como el petróleo y el gas natural.

El isotopo radiactivo Carbono 14 se utiliza en el campo de la medicina, para conocer la edad de las muestras orgánicas, crucial en el campo de la medicina forense o la arqueología.

El Carbono, también se utiliza para proteger los reactores nucleares, para filtrar y purificar el agua y para elaborar baterías, entre otros muchos usos industriales.

Para comprender un poco mejor la importancia del carbono en la naturaleza podemos detenernos en las características de dos substancias con un contenido altísimo en este elemento. Son el carbón mineral y el vegetal. El mineral está muy ligado a la historia industrial del principado de Asturias y a su economía. Este carbón es una roca sedimentaria negra que, además de carbono contiene hidrógeno, azufre, oxígeno y nitrógeno. Se utiliza básicamente como combustible fósil para obtener energía eléctrica, hierro, acero y coque. Los principales tipos de carbón son la turba, el lignito, la hulla y la antracita. Esta última es hasta un 95 por ciento carbono. Las cuatro se diferencian entre sí en función de su porcentaje de humedad, poder calorífico, inflamabilidad y presencia de cenizas. De todas las energías fósiles que hay, el carbón es la que más dispersa está por el mundo.

Aunque son Estados Unidos, Rusia y China los que lideran el ranking de reservas, más de un centenar de países lo producen. Aunque su uso doméstico es ya limitado, el carbón mineral se sigue usando en fábricas de cemento y ladrillos. También en carbo-química, para obtener gas y petróleo sintético. Su proceso en estos dos últimos casos es altamente contaminante, -lo mismo que su uso doméstico- pero algunos países han vuelto a ello por la crisis del petróleo natural.

El cuanto al carbón vegetal hay que destacar que no es una roca, sino un material combustible sólido, frágil y poroso. Su poder calorífico es muy superior al de la madera, de ahí que uno de su uso más común sea para braseros, hornillos y barbacoas.

Pero hay que recordar que este material se utilizaba como pigmento negro en las pinturas rupestres hace ya 15.000 años y también ha sido clave en la metalurgia 1.200 años antes de Cristo. Actualmente, en la industria del metal se utiliza coque procedente de la destilación de carbón, ya que aleado con el hierro da lugar al acero, mucho más fuerte e idóneo para fabricar herramientas de trabajo y armamento.

Los últimos avances tecnológicos podrían permitir el uso el carbón sin su emisión de CO2. Si esto llegase a ser posible, este recurso se convertiría en una energía mucho más limpia, sostenible y acorde con los nuevos tiempos.