La guerra de los mundos

Temática: La nueva tecnología

Año: 1953

Director: Byron Haskin

Reparto

Gene Barry, Ann Robinson, Les Tremayne, Henry Brandon, Robert Cornthwaite, Jack Kruschen, Sandro Giglio, Lewis Martin, Houseley Stevenson Jr., William Phipps, Cedric Hardwick

Sinopsis

Cerca de un pequeño pueblo de Estados Unidos cae algo que, a primera vista, parece ser un meteorito. Los vecinos acuden al lugar del acontecimiento y descubren que un extraño obje­to de que emerge una especie de ojo que empieza a disparar un rayo mortal. Es una nave marciana que, junto con otras muchas, ha llegado a la Tie­rra para conquistarla. La invasión está teniendo lugar simultáneamente en todo el planeta y ni siquiera la bomba atómica podría detenerla. La humanidad está perdida

Química y Sociedad

El ciberespacio y la comunicación comparten una base muy real; la química. Sin ella no podríamos tener ordenadores, ya que es la ciencia que hace posible la existencia de los chips, de silicio o arseniuro de galio.

Los soportes magnéticos, dvd’s y cd-rom, están fabricados con plásticos como el policarbonato, y las pantallas están recubiertas por productos sensibles a la luz. Pero también las carcasas, los teclados, el cableado y el ratón están hechos con polímeros. Las baterías de los ordenadores también son pura química; empezando por las primeras… fabricadas con níquel y cadmio hasta las actuales de iones de litio, mucho más potentes y ligeras.

Pero gracias a la esta disciplina se han logrado también elaborar tintas conductoras con una excelente adherencia sobre láminas de plástico y otras superficies flexibles, muy útiles en la fabricación de circuitos electrónicos, y también para obtener plásticos multireciclables fabricados a partir de vegetales, con un gran futuro en el campo de la informática y electrónica.

Y es que, el desarrollo de la química ha posibilitado la aparición de nuevos instrumentos, materiales y aplicaciones que están revolucionando las tecnologías de la información, transformando por completo las relaciones sociales.

Hoy las comunicaciones dependen básicamente de los materiales que la industria química ha sintetizado. La capacidad y calidad de las conexiones se ha multiplicado gracias a esa contribución. Es el caso de la fibra óptica, un fino hilo transparente, de vidrio o materiales plásticos, por el que se envían pulsos de luz que representan los datos a transmitir a gran velocidad y distancia sin necesidad de utilizar señales eléctricas.

Otra tecnología puntera en el campo de las comunicaciones son los oled o diodos orgánicos de emisión de luz. Están formados por una película de componentes orgánicos que reaccionan a una determinada estimulación eléctrica, generando y emitiendo luz por si mismos. La aplicación de las tecnologías basadas en oled es realmente amplia, y se utilizan ya en pantallas de ordenadores, teléfonos móviles, mp3 y televisores ultraplanos.

Y no sólo esto. En un futuro próximo tendremos teclados táctiles flexibles y pantallas curvas o enrollables. También se trabaja con la posibilidad de incorporar las pantallas a, por ejemplo, las prendas de vestir.

El desarrollo de la química supramolecular, y la nanotecnología dotarán a esta y a las próximas generaciones de nuevos materiales y aplicaciones que harán realidad proyectos inimaginables. Uno de los mayores desafíos se encuentra en el campo de la Energía limpia. Las nuevas energías, la solar, la eólica, los biocombustibles y la energía de fusión nuclear, mejorarán las condiciones de vida de los países en desarrollo; pero también supondrán un desafío a nivel científico e industrial mundial.

En cuanto a la nanotecnología, su futuro es muy prometedor. Esta tecnología trabaja las estructuras moleculares y sus átomos y gracias a ella tenemos por ejemplo impresiones en 3d o nanotubos de carbono, con los que almacenar hidrógeno, fabricar celdas solares, o múltiples dispositivos miniaturizados de alta velocidad para las memorias de los ordenadores.

Su flexibilidad y fuerza los hace muy útiles en el tratamiento médico de huesos, ya que podrían ser capaces de sustituir al real en casos de osteoporosis o roturas. Debido a la alta resistencia mecánica de los nanotubos, también se están empezando a utilizar para hacer más fuertes las raquetas de tenis, manillares de bicicletas, palos de golf, y flechas de última generación.

Otro ejemplo de Nanotecnología en el que podemos detenernos es en el de la desalinización del agua con grafeno. Quitar la sal del agua, garantizará el acceso mundial al agua potable.

Pero todo esto no sería posible sin el avance de la ciencia y el apoyo de la industria. Hacer del mundo un lugar más sostenible y a la vez más eficiente, pasa por garantizar un desarrollo químico y tecnológico al servicio de la humanidad.