El tormento y el éxtasis

La pintura es un producto fluido que, aplicado sobre una superficie, se transforma en una película sólida que se adhiere a dicha superficie recubriéndola, protegiéndola y decorándola.

Desde la antigüedad la pintura se hacía a base de pigmentos… Pero ¿qué es un pigmento? Es un material que cambia el color de la luz que refleja como resultado de la absorción selectiva del color. Y el color es precisamente una percepción visual que se genera en el cerebro de los humanos y otros animales para interpretar las señales nerviosas que envían a la retina del ojo. (Así se interpreta y se distinguen las distintas longitudes de onda que captan de la parte visible del espectro electromagnético, o sea, la luz).

El ojo humano solo percibe las longitudes de onda cuando la iluminación es abundante.

Con poca luz solo vemos en blanco y negro. La luz blanca es igual a una mezcla de todo el espectro visible de luz. Cuando esta luz se encuentra con un pigmento, algunas ondas son absorbidas por los enlaces químicos y sustituyentes del pigmento y otras son reflejadas. Este nuevo espectro de luz reflejado crea la apariencia del color. Los pigmentos solo pueden eliminar ondas de luz recibidas, pero nunca añadir nuevas. Los pigmentos se utilizan para teñir pintura, plástico, textiles, cosméticos, alimentos y otros productos.

A lo largo de la historia, los principales pigmentos naturales usados eran de origen mineral o biológico. Los sintéticos aparecieron después ante la necesidad de encontrar nuevos colores y a menor precio. La piel, los ojos y el pelo contienen pigmentos biológicos como la melanina, determinante primario del color en la especie humana.

El albinismo, por ejemplo, es un trastorno que afecta al nivel de producción de melanina en los animales. Otro pigmento biológico es la clorofila. La energía lumínica absorbida y su transformación en energía química es un proceso que forma parte de la fotosíntesis. Los primeros pigmentos conocidos de los que se tiene constancia son del paleolítico y del neolítico. Hay pigmentos naturales con 400.000 años de antigüedad conservados en una cueva de Zambia.

Antes de la revolución industrial la variedad de colores disponibles para el arte eran limitados. Los pigmentos usados eran terrestres o minerales, algunos obtenidos con sustancias botánicas, deshechos de animales, insectos o moluscos.

Para conseguir un color como el azul se necesitaban piedras semipreciosas como el lapislázuli, sólo al alcance de la realeza. Los retratos que contenían el color azul oscuro eran carísimos. El pintor Vermeer, era uno de los que usaba con frecuencia.

La revolución industrial y científica trajeron consigo los pigmentos sintéticos. El azul de Prusia fue el primero descubierto en 1704. Luego vino el Púrpura de Pekín, encontrado por un químico de 18 años que impulsó la investigación en este campo y logro que sus seguidores hicieran asequibles al público más popular colores como el rojo, el carmesí, el azul y el púrpura. Con la industria moderna, y el mundo globalizado, los fabricantes han cooperado para crear estándares internacionales de colores. hoy el mejor ejemplo lo encontramos en la empresa norteamericana Pantone, cuyo sistema de colores para las artes gráficas es el más reconocido y utilizado del mundo.