Cinderella man

Temática: Deportes

Año: 2005

Director: Ron Howard

Reparto

Russell Crowe, Renée Zellweger, Paul Giamatti, Paddy Considine, Bruce Mcgill, Connor Price, Craig Bierko, David Huband, Ariel Waller, Rosemarie Dewitt.

Sinopsis

Basada en una historia real. Después de haberse retirado del boxeo, James J. Braddock decidió volver al cuadrilátero, en la época de la Gran Depresión, para poder alimentar a su familia. No era un boxeador con talento, pero su coraje, sacrificio y dignidad lo llevaron hasta la cumbre.

Química y Sociedad

Hay que agradecer los resultados alcanzados en la mejora de la calidad tecnológica del equipamiento y los materiales que emplean los deportistas de hoy en día.

Gracias a los polímeros, actualmente se dispone de equipamiento deportivo de extrema elasticidad, y de ropa y calzado con una gran funcionalidad. Además, los materiales poliméricos posibilitan una gran reducción del peso del equipamiento, así como la extraordinaria resistencia de las construcciones de estadios y pabellones. Esta evolución se ha desarrollado hasta el punto de que, en la actualidad, sin los materiales poliméricos, apenas sería posible alcanzar nuevos récords.

La química de polímeros ha jugado un papel vital en la evolución de las bolas de golf.

De composites como la fibra para-aramida, que hace el bastidor más ligero y sólido, o la fibra de carbono, que aligera ostensiblemente el peso del cuadro.

En la parte inferior de los esquis se aplica polietileno para que se deslicen mejor y estén más protegidos. Para aligerar los esquís, se utiliza como fibra la meta-aramida.

En cuanto al patinaje sobre hielo, ya se está utilizando poliéster con para-aramida en el interior del zapato y se va sustituyendo el cuchillo metálico por una lámina de fibra de carbono y poliamida, que hacen al patín muchísimo más ligero y ultrarresistente.

¿Alguien se acuerda de las raquetas de madera? Las raquetas de madera empezaron a dejar pasado a materiales químicos mucho más avanzados como fibra de vidrio, fibra de carbono, grafito, kevlar. Para los cordonajes ya se había recurrido a la química, y se fabricaban en nylon, multifilamentos o poliéster.

En la actualidad el recubrimiento exterior de los balones de futbol es de poliuretano, un material impermeable al agua y extremadamente resistente a la abrasión. El interior es una bolsa también de poliuretano o de caucho butilo. Otra de las ventajas de este material sintético es que permite retener el aire hasta diez veces más tiempo que las sustancias naturales.

Surf, bodyboard, windsurf, kitesurf, y otras modalidades, así como las tablas se fabrican con una espuma dura, revestida de una cubierta termoplástica de polietileno o de resina acrilonitrilo-butadieno-estireno (ABS). La resina epoxi y la fibra de carbono son los materiales más comúnmente utilizados para los mástiles que deben ser flexibles y soportar cargas muy importantes. La vela, por su parte, está fabricada de un tejido sólido, ligero y elástico que habitualmente suele ser poliéster.

En las modalidades de surf utilizan habitualmente un traje de neopreno, un caucho sintético, solido, extensible, recubierto de poliamida, gracias al cual se mantienen las temperaturas corporales.

El mástil está hacho de resinas epoxi, y las velas son de poliamida o para-aramida, materiales que les dotan de una gran fortaleza para resistir los vientos más poderosos. La ligera película de poliéster que las recubre reparte uniformemente la potencia del viento y evita que se desgarren o agujereen.

El desarrollo de los materiales de síntesis siguió contribuyendo al éxito de los atletas. La pértiga, fabricada con resinas sintéticas, fibras de carbono y fibras de vidrio proporciona, por su extraordinaria flexibilidad, un efecto catapulta. En concreto, la fibra de vidrio permite aprovechar de forma óptima el impuso del atleta para convertirlo en altura. Y además, el material sobre el que aterrizan tanto la pértiga como el saltador después de su hazaña se ha mejorado considerablemente desde la invención de los almohadones de espuma sintética y la supresión del foso de arena. La zona de caída, tanto para el salto de altura como para el salto de pértiga, está recubierta de PVC para amortiguar la caída del atleta.

Así las botas de fútbol sustituyen materiales tradicionales por materiales químicos con mejores prestaciones como el policloruro de vinilo, poliuretanos termoplásticos, el caucho butilo, o el poliéster. Para la máxima protección de las costuras se dispone de suelas de una sola pieza hechas de espuma, las cuales poseen excelentes propiedades de absorción del impacto, habiéndose extendido también la utilización del copolímero etileno-vinilacetato espumado.

¿Y las zapatillas que permiten a los jugadores de baloncesto alcanzar de un solo salto alturas inaccesibles para el resto de los mortales? Las materias sintéticas de que están fabricadas son fundamentales para asegurar un regreso confortable a la cancha o, más exactamente, a los nuevos revestimientos de suelos PVC especialmente concebidos para atenuar los efectos de la caída.

La química también forma parte de la ropa deportiva. Nailon, lycra, poliéster y diversas fibras sintéticas se incorporan a la fabricación de camisetas para absorber mejor la transpiración, permitir una mejor circulación del aire, optimizar la temperatura corporal y hacerlas más livianas.

Con las bajas temperaturas, los deportes de invierno debieron luchar contra la congelación, y se sirvieron de la química para lograrlo.

Existen trajes herméticos y estancos pero permeables al vapor de agua, a fin de oponer una mejor resistencia a las condiciones atmosféricas extremas.

Con la estructura microporosa del tejido , el sudor se transforma en vapor, lo que permite su eliminación. Esto es posible gracias a las fibras huecas de poliéster y al recubrimiento de poliuretano o de politetrafluoroetileno, más conocido por el nombre de teflón. Éste último es calentado y luego estirado de manera que se forman centenares de burbujitas por centímetro cuadrado, lo que permite la eliminación del vapor de agua a través del traje, y simultáneamente evita que el agua pueda penetrar.

También las tiendas de campaña, fabricadas con nylon y poliuretano o los sacos de termilite, son imprescindibles.

En submarinismo, por otra parte, se utiliza un traje fabricado en espuma de butilo o neopreno que contine una multitud de burbujitas de nitrógeno y que está provisto de un forro de poliamida o fibras de elastano.

Las características de los materiales plásticos los convierten en materiales idóneos para la construcción de estadios de fútbol y todo tipo de instalaciones deportivas.

Los policarbonatos de alta tecnología, por ejemplo, por su ligero peso y su transparencia se han convertido en el material preferido para construir los techos de los estadios deportivos modernos.

El cuerpo humano es también una fascinante fábrica química donde tiene lugar una compleja mezcla de reacciones, y esto es aún más evidente cuando se hace deporte. No hay más que pensar en la intensa sensación de fatiga que se tiene en las piernas tras una larga carrera, cuya causa suele ser una acumulación de ácido láctico en los tejidos musculares. Otra forma de fatiga se debe al agotamiento de las reservas de glucógeno en los músculos.

Y ¿quién no conoce el spray milagroso del masajista, que se utiliza en los partidos de fútbol cuando uno de los jugadores ha recibido una patada de su contrincante? Se trata de un producto que provoca enfriamiento brutal del músculo aportando así un alivio provisional. Otros ungüentos producen el efecto contrario, aceleran la circulación sanguínea en la periferia, lo cual crea una sensación de calor. Algunas cremas calman las inflamaciones.

Otros productos provenientes de la química entran en juego cuando el traumatismo necesita una intervención quirúrgica: por ejemplo los polímeros empleados en las prótesis de cadera o para reforzar meniscos demasiado gastados.

 

Claro que puede hacer un mal uso  todo, incluso de la química, y el caso del dopaje ilustra muy bien este problema. El dopaje ha existido en todas las épocas, e incluso los griegos ya utilizaron sustancias capaces de mejorar resultados y que hallaban fácilmente en la naturaleza.

Mientras el desarrollo de materiales convencionales, en su mayoría, ha llegado a sus límites, según algunos científicos el uso de polímeros ha alcanzado solo el 15 % de su potencial.