Bahía negra

Al menos un par de veces al mes, muchos de nosotros hacemos el gesto de llenar con gasolina el depósito del coche.  Con nuestros vehículos nos movemos de un lado a otro por carretera con total autonomía. El único inconveniente es que, a la vez que pisamos el acelerador, aceleramos también la salida de dinero de nuestros bolsillos. Porque la gasolina es un combustible escaso, sujeto a las presiones de los mercados y de momento, muy valioso para los países que lo poseen. Al tratarse de un recurso limitado, su poder, al menos hasta que sea sustituido por otros combustibles, es inmenso. No es de extrañar que sea conocido como Oro Negro. Si no se encuentran nuevos yacimientos, o se cambia el sistema, las reservas mundiales durarán únicamente un tiempo limitado.

El hombre conoce el petróleo desde hace miles de años. Los egipcios la utilizaban para proteger sus barcos, y embalsamar momias. Pero hace tan solo unos años, desde finales del siglo diecinueve, que la gasolina, un derivado del petróleo, se usa como combustible.

Pero… ¿Qué hace a esta oscura substancia ser tan especial y codiciada? Su composición química.

El petróleo, o crudo, es un líquido oleoso de origen natural, (formado a partir de restos animales y vegetales) compuesto por diferentes substancias orgánicas. Se trata de una compleja mezcla de hidrocarburos, de muchos puntos de ebullición y de varios estados sólidos, líquidos y gaseosos, por lo que su viscosidad es muy variable. También es variable su color y su capacidad calorífica.

Además de sus principales hidrocarburos; las parafinas, las olefinas, los naftenos y los aromáticos, el petróleo natural también contiene por ejemplo nitrógeno, azufre, oxigeno, vanadio, níquel o cobalto. Para depurar el petróleo es preciso eliminar algunas substancias como el gas, el azufre, metales, sal… El petróleo recién extraído del pozo no puede ser utilizado. Para darle valor comercial hay que deshidratarlo y estabilizarlo eliminando los compuestos más volátiles. Estos tratamientos constituyen el proceso de refino o refinación.

Hay un proceso específico para separar los componentes químicos del petróleo que se llama destilación fraccionada. Consiste en hervir el crudo natural (400 grados Celsius) y lograr con la evaporación que las fracciones más pesadas se condensen. Así se obtienen gases como el metano, el éter, (y combustibles) como el asfalto, el alquitrán, los aceites lubricantes, la gasolina, el queroseno, el gasóleo y el fuelóleo.

A partir de aquí, la industria petroquímica obtiene otros productos derivados como plásticos, pesticidas, fertilizantes o fibras sintéticas, entre otros.

La mayoría de los yacimientos del mundo son de petróleo de base mixta, es decir, formado por toda clase de hidrocarburos; saturados, no saturados y cíclicos. En Estados Unidos, la medida del volumen del petróleo se hace en barriles; sus 42 galones equivalen a 28’31 litros. El crudo también se clasifica según su procedencia, su densidad o gravedad en ligero, medio, pesado y extrapesado.

Los países con mayores reservas de petróleo, y por tanto de combustibles son Venezuela, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Qatar, China, Nigeria, Libia, Rusia, Kuwait, Canadá, EEUU, Irán, Irak, Brasil y Kazajistán.